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| - Resumen Aunque las bacterias son los principales patógenos involucrados en la neumonía adquirida en la comunidad, algunos virus son responsables directos o en coinfección de un importante número de neumonías adquiridas en la comunidad. La clínica de estas neumonías puede ser muy similar, en el caso de los virus afectan más frecuentemente a la población infantil y geriátrica, con frecuencia no elevan la cifra de leucocitos, la fiebre es inconstante y frecuentemente se acompañan de síntomas de vías respiratorias altas. Característicamente no elevan la procalcitonina. Durante años el diagnóstico ha recaído en cultivos celulares y en detección de antígenos; desde la incorporación en la clínica de la PCR, la identificación de estos patógenos ha aumentado, descubriéndose nuevos microorganismos como el bocavirus. En general, el virus influenza A y el virus respiratorio sincitial siguen siendo los principales virus implicados. Sin embargo, la irrupción en los últimos años de epidemias con alta letalidad de coronavirus y de zoonosis de virus influenza hace que sea necesario mostrarse alerta ante estos nuevos patógenos emergentes. Los inhibidores de la neuraminidasa para neumonías víricas han demostrado disminuir la transmisión en casos expuestos y mejorar la evolución clínica en pacientes en Cuidados Intensivos; su uso en infecciones banales no está recomendado. La ribavirina ha sido utilizada en niños con infecciones por virus respiratorio sincitial, así como en inmunodeprimidos. Fuera de estos fármacos, ningún otro antiviral ha probado su eficacia. Las medidas de prevención con vacunación para virus influenza y con anticuerpos monoclonales para virus respiratorio sincitial podrían disminuir la incidencia de neumonía. Abstract Although bacteria are the main pathogens involved in community-acquired pneumonia, a significant number of community-acquired pneumonia are caused by viruses, either directly or as part of a co-infection. The clinical picture of these different pneumonias can be very similar, but viral infection is more common in the pediatric and geriatric populations, leukocytes are not generally elevated, fever is variable, and upper respiratory tract symptoms often occur; procalcitonin levels are not generally affected. For years, the diagnosis of viral pneumonia was based on cell culture and antigen detection, but since the introduction of polymerase chain reaction techniques in the clinical setting, identification of these pathogens has increased and new microorganisms such as human bocavirus have been discovered. In general, influenza virus type A and syncytial respiratory virus are still the main pathogens involved in this entity. However, in recent years, outbreaks of deadly coronavirus and zoonotic influenza virus have demonstrated the need for constant alert in the face of new emerging pathogens. Neuraminidase inhibitors for viral pneumonia have been shown to reduce transmission in cases of exposure and to improve the clinical progress of patients in intensive care; their use in common infections is not recommended. Ribavirin has been used in children with syncytial respiratory virus, and in immunosuppressed subjects. Apart from these drugs, no antiviral has been shown to be effective. Prevention with anti-influenza virus vaccination and with monoclonal antibodies, in the case of syncytial respiratory virus, may reduce the incidence of pneumonia.
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