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| - Resumen La pandemia actual por SARS-CoV-2 (COVID-19) afecta con mayor incidencia y gravedad a las personas mayores en todo el mundo. En España, el 68% del total de hospitalizaciones por coronavirus, corresponden a mayores de 60 años. Este trabajo tiene como objetivo incrementar la evidencia sobre las medidas a implementar con directrices actuales y futuras en diferentes escenarios. Destaca la necesidad de prepararnos para la acción mediante la implementación de protocolos de carácter internacional. Existe una tendencia hacia la atención biopsicosocial de las personas mayores en todos los entornos donde se encuentran, adecuando la atención y personalizando decisiones de ingresos hospitalarios, cuidados paliativos, atendiendo, entre otros criterios, a los años ajustados a la calidad de vida, así como alternativas para el monitoreo y tratamiento de la patología por COVID-19 y otras ya existentes. Son necesarias medidas de reducción de la transmisión del virus a través de la higiene y el distanciamiento, atendiendo a la salud biopsicosocial de los mayores aislados. Como alternativas innovadoras se propone la comunicación intersectorial, y el uso de herramientas tecnológicas, acompañado de una adecuada alfabetización digital en salud. Las líneas futuras se centran en garantizar los derechos sociales y sanitarios, equiparando al mismo nivel el sistema social y de salud, y consiguiendo una coordinación real. Un nuevo marco de atención centrada en la persona podría ser un gran aliado para conseguir una atención integrada a los mayores, guiada por un aumento de los recursos destinados a la financiación de proyectos de investigación sobre longevidad. Abstract The current SARS-CoV-2 pandemic (COVID-19) is affecting elderly people worldwide with greater incidence and severity. In Spain, 68% of all coronavirus hospitalizations correspond to those over 60 years of age. This work aims to highlight the evidence about the measures to be implemented through current and future guidelines. The need to prepare for action by implementing international protocols stand out. There is a trend towards biopsychosocial care of elderly people in all settings where they are, adapting care and personalizing decisions on hospital admissions, palliative care, among other criteria, to years adjusted to quality of life, as well as alternatives for monitoring and treatment of COVID-19 pathology and others existing in this population group. Measures to reduce the transmission of the virus through hygiene and social distancing are necessary, attending to biopsychosocial health of the elderly isolated. Intersectoral communication is proposed as innovative alternatives, and the use of technological tools, accompanied by adequate digital health literacy. Future lines focus on guaranteeing social and health rights, equating the social and health system at the same level, and achieving real coordination. A new framework of person-centered care could be a great ally to achieve integrated care for the elderly, guided by an increase in resources bound to funding longevity research projects.
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